Investigador internacional presenta experiencia de los programas de alimentación escolar en la China rural en Seminario Siuben Más [+]
julio 5, 2021
Santo Domingo, 5 de julio de 2021.- El Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) sostuvo el seminario sobre políticas públicas Siuben Más [+] con el economista Manuel Hernández, investigador senior del Instituto Internacional de Investigación para Políticas Alimentarias (IFPRI por sus siglas en inglés), en el cual abordó el tema “Programas de alimentación escolar a gran escala y la salud de los estudiantes: evidencia de la China rural”.
En esta tercera entrega del seminario Siuben Más [+], el experto dio a conocer los resultados de este importante estudio el cual tuvo como fin aproximar el impacto del programa de alimentación escolar sobre la salud de los estudiantes en la China rural para lo cual trabajaron con fuentes de información secundaria y a través de enlaces con las instituciones.
Hernández destacó que en China el 99 % de los pobres viven en zona rural y los estudiantes que pertenecen a las familias pobres son más bajos que el promedio y también pesan de 7 a 10 kilos menos. De igual manera, el 12 % de los niños pobres en edad escolar están crónicamente desnutridos, lo que tiene muchas implicaciones para su desarrollo a nivel de la salud y la nutrición, además del alcance para su desarrollo cognitivo y de capital humano.
“Estamos hablando de efectos en edad temprana que se trasladan a lo largo del tiempo y se vuelven permanentes ya de por vida y tienen muchas implicaciones en el futuro de los individuos”, sostuvo.
Señaló que en este contexto muchos países han implementado programas de alimentación escolar, algunos con enfoques en zonas rural como el caso de China y otros con enfoque nacional tanto en la zona rural como en la urbana dependiendo de las áreas de interés y focalización. Estos programas de alimentación escolar se han vuelto predominantes a nivel mundial en lo que es la protección social y la asistencia.
El Programa de Mejora Nutricional (NIP por sus siglas en inglés) fue lanzado en noviembre de 2011 por el gobierno chino y su principal objetivo es mejorar la salud y nutrición de estudiantes en edad escolar en áreas rurales y en particular de estudiantes dentro de la educación obligatoria en China que abarca los seis años de primaria más los tres primeros años de secundaria.
El programa consiste en dar a los colegios el equivalente a cuatro yuanes, 0.65 centavos de dólar por estudiante por día, lo que representa más o menos a 200 días escolares al año. “Estamos hablando que los colegios reciben 130 dólares por persona por año que básicamente equivale al 7.6 % del ingreso disponible per cápita en el área rural”, indicó.
Destacó que este programa tiene dos características especiales, la primera, que los fondos van al colegio, no al hogar, esto a través del gobierno central, el cual envía los fondos que están destinados para mejorar las cafeterías y proveer alimentos gratis a los estudiantes y el enfoque es la provisión de un almuerzo diario a los estudiantes, hay colegios que se enfocaron en el desayuno o en llevar una ración para la casa, pero lo principal era proveer el almuerzo.
El segundo componente es que además de esta provisión de fondos para la alimentación también viene acompañado de un componente nutricional que se les da a los estudiantes, a los padres, a los profesores y a los concesionarios de las cafeterías con charlas nutricionales y brochures con la finalidad de promover un consumo de dietas más nutritivas.
Inicialmente cuando el programa empezó con el piloto nacional en noviembre de 2011 se eligieron 699 condados, en China hay un total de 3,000 condados, estos 699 que se eligieron fueron financiados exclusivamente por el gobierno central.
Entre los objetivos que se buscaba evaluar estaba el impacto del programa específicamente en el piloto nacional dada la disponibilidad de data con la que se contaba la cual era secundaria en el estado nutricional y de salud de estudiantes rurales y se enfocaron en las edades de 6 a 16 años, que es un rango más amplio que los 9 años de educación obligatoria.
Se enfocaron en este rango de edad porque ahí estaba la principal masa de estudiantes en zona rural y se hizo una prueba de robustez para limitar la edad y los resultados no cambiaron debido a que el mismo se enfocó en este rango.
En este estudio, siguieron un método cuasi experimental para comparar cambios antes y después del Programa de Mejora Nutricional con medidas antropométricas entre estudiantes de zonas rurales en áreas donde se sabía que se implementó el programa, en algunos de los condados pertenecientes al piloto nacional y lo compararon con estudiantes similares en áreas rurales donde no se implementó el programa.
Hernández señaló que el indicador de interés dentro de las medidas antropométricas con los cuales trabajaron fue el indicador z-score que básicamente mide la talla para la edad del niño y lo compara con un promedio de referencia a nivel mundial, el cual distingue entre género y está en función a la edad del niño y qué tanto desvío hay del promedio mundial.
Un valor negativo quería decir que la talla del niño está por debajo del promedio mundial y un valor positivo se refería a lo contrario. Este indicador también en la literatura de nutrición es considerado como que mide el estado nutricional y de salud del niño y es el más completo.
Los otros dos indicadores de los cuales también se hizo el análisis complementario fueron el índice de masa corporal para la edad y el peso, también estandarizados con referencias a promedios mundiales.
Sobre los resultados
Los hallazgos sugieren que el Programa de Mejora Nutricional ha desempeñado un papel importante en la mejora de la salud de los estudiantes, al menos durante los primeros años de implementación, pero el apoyo adicional es necesario para lograr impactos amplios que lleguen efectivamente a todos los estudiantes vulnerables.
La falta de efectos sobre estudiantes más desfavorecidos y con mayor probabilidad de retraso en el crecimiento señala que atender la desnutrición en la niñez y la adolescencia temprana es complejo. Proporcionar comidas escolares combinadas con educación nutricional basada en la escuela parece mejorar la condición de salud y nutrición de los niños que están relativamente mejor en edad escolar, pero no es suficiente para tratar a los estudiantes que sufren de desnutrición.
La desnutrición infantil en las zonas rurales requiere una atención especial con programas más adaptados e intervenciones integrales en etapas muy tempranas de la vida (antes de la matrícula escolar) que luego se complementará con programas de alimentación escolar y nutrición.