Expertos internacionales presentan experiencias del uso del Índice de Calidad de Vida en sus países
junio 23, 2021
Santo Domingo, 23 de junio de 2021.- La mesa técnica de alto nivel para el ajuste del nuevo Modelo SIUBEN 3 para la categorización de hogares realizó hoy el panel “Experiencia regional en el uso de índices de calidad de vida y estimaciones monetarias para la focalización de los programas sociales”, en el que autoridades de Colombia, Costa Rica y Chile contaron sus experiencias y lecciones aprendidas.
En las palabras iniciales del encuentro virtual, el director del SIUBEN, Jefrey Lizardo, expresó que desde hace más de 15 años el Índice de Calidad de Vida (ICV) se ha mantenido como el modelo de referencia en el país, pero que en la actualidad urge una actualización por cuatro razones importantes: el modelo vigente data del año 2011 y por tanto está desactualizado; el nuevo contexto a raíz de la pandemia del COVID-19; hoy se cuenta con más fuentes de información a través de los registros administrativos y por la nueva visión de la estrategia SIUBEN Más +.
El director ejecutivo del Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios (SINERUBE) de Costa Rica, Erickson Álvarez Calonge, mostró en su intervención la naturaleza de la institución y la información que contiene la misma a través de las instituciones asociadas, el registro de beneficiarios, los registros administrativos y la información socioeconómica de los hogares.
En cuanto al índice de focalización, destacó que el SINERUBE ha evolucionado y su primer índice de focalización data del 2018. “Es importante mencionar que por las diferentes leyes y programas que tenemos, la focalización se realizaba basada en la línea de pobreza, sin embargo, para llegar a la misma había diferentes caminos, cuando iniciamos en el SINERUBE nos encontramos con un gran reto porque todas las instituciones tenían diferentes formas de medir la pobreza, lo cual hacía que no tuvieran una atención integral y que las mismas personas que atendía una institución no necesariamente calificaban para un programa en otra institución y eso generaba problemas”, indicó Álvarez Calonge.
Dijo, que adicional a esto, no había una alineación con la forma en que se mide la pobreza, cuyo ente es el Instituto Nacional de Estadística y Censo, esto fue uno de los grandes retos que encontraron y empezaron a definir una propuesta única para medir la pobreza con la metodología de Proxy Means Testing desarrollado en 2018 y luego empezaron a buscar nuevas formas de poder estimar la pobreza de una manera más moderna para lo cual trabajaron con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Hoy en día utilizan una metodología basada en aprendizaje de máquina, la cual es una de las mejores en Latinoamérica, que permite predecir la pobreza tomando información de la vivienda, de características sociales y registros administrativos.
En el caso de Colombia, Germán David Briceño, subdirector de Promoción Social y Calidad de Vida en la Dirección de Desarrollo Social del Departamento Nacional de Planeación, presentó el uso del índice y estimaciones monetarias para la focalización de programas sociales vinculadas al Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales (Sisbén), y mostró la evolución del modelo de focalización del Sisbén empezando por el Sisbén I de 1995 hasta el nuevo modelo Sisbén IV de 2021 haciendo énfasis en su índice, puntaje y zona.
Briceño indicó que en la metodología de medición del Sisbén IV se permite ordenar los hogares en función de su capacidad de generar ingresos, con el fin de identificar aquellos hogares más pobres y vulnerables y clasificar los hogares por grupos A, B, C y D e identificarlos según las diferentes categorías. Este nuevo modelo cuenta con un análisis de la inclusión social y productiva de los hogares. El modelo dispone además, de una herramienta de focalización de alta calidad, que permite mejorar la eficiencia en la asignación del gasto público y contribuye en el diseño y ejecución de estrategias encaminadas a la atención y solución de necesidades de la población pobre y vulnerable.
En el caso de Chile, intervinieron Daniel Díaz y Joaquín Mayorga Camus, analistas de la División de Políticas Sociales de la Subsecretaría de Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, quienes abordaron sobre el registro social de hogares, piedra angular del sistema de apoyo a la selección de usuarios de prestaciones sociales y de la calificación socioeconómica, principal instrumento de la oferta estatal para seleccionar a los usuarios. Se ofreció una panorámica de la evolución de los instrumentos para la selección de usuarios de prestaciones sociales y se mostró la trayectoria de Chile en el uso de instrumentos de focalización desde 1979 hasta llegar al registro social de hogares de 2016.
Díaz indicó que la evolución de los instrumentos de focalización se puede separar en tres hitos en la experiencia Chile: en el primer caso, las fichas CAS 1 y 2, las cuales se basaban en necesidades básicas insatisfechas, se centraban en las carencias de bienes y servicios; en el segundo caso, la ficha de protección social, que mide la vulnerabilidad en función de la capacidad generadora de ingresos; y en el tercer caso, nace el registro social de hogares, que provocó se dejara de hablar solamente de instrumento de focalización para hablar de un sistema de apoyo a la selección de usuarios de las prestaciones sociales y la calificación socioeconómica.
Sobre el Registro Social de Hogares
El Registro Social de Hogares es un sistema de información que nace con el objeto de apoyar los procesos de selección de los usuarios de los distintos programas, beneficios o prestaciones sociales del Estado y tiene tres pilares: a) el registro de información que el Estado tiene de las personas y hogares, tanto auto reportado como en bases de datos administrativas; b) la interacción de los ciudadanos con el sistema les permitirá conocer los datos, actualizarlos, rectificarlos y complementarlos; y c) el apoyo a la oferta de programas sociales para la identificación y selección de beneficiarios.